Entrevista a NATXO GONZÁLEZ | “El descenso a Segunda B es fruto de muchos años sin un proyecto estable”
Natxo González Sáenz entrenó al Deportivo durante 33 partidos de la temporada 2018-2019, con un balance de 13 victorias, 15 empates y solo 5 derrotas, dejando tramos de un fútbol de alto nivel en Riazor. El equipo dirigido por el técnico vitoriano parecía candidato a todo hasta que llegó el mes de marzo. Siete partidos sin conocer la victoria le bastaron a la directiva para decantarse por el cese del preparador.
La temporada pasada, Natxo ficha por el Tondela de Portugal siendo esta su primera experiencia en el extranjero. Cumple con el objetivo de la permanencia, logrando 9 victorias y 9 empates en 34 partidos. Después, club y entrenador deciden no continuar vinculados.
Natxo González se pasa por SomosDepor para hablar sobre su pasado en el Deportivo, el presente y el futuro del club coruñés y sobre algunos jugadores que entrenaron a sus órdenes.
Natxo, la primera pregunta es obligada: ¿Cómo valoras tu primera experiencia en el extranjero a los mandos del Tondela?
Todas las experiencias son enriquecedoras. Era un país nuevo, una liga que está muy bien, como es la Primera División portuguesa y todo eso me animó a buscar nuevos retos. La verdad es que estar allí un año ha sido enriquecedor en todos los sentidos.
Pasamos a hablar en clave Dépor y volvemos a la temporada 2018-2019. Tu equipo realiza unos primeros siete meses muy buenos de competición en cuanto a juego y resultados. Parecía el candidato claro al ascenso. Sin embargo, todo se tuerce en aquel fatídico mes de marzo. ¿Por qué se cae tu Dépor?
No lo sé. Como bien sabes, en esa categoría no hay un equipo que no pase por una fase de irregularidad o malos resultados. Es una categoría con mucha igualdad y muy difícil. Desde mi punto de vista, fue una situación normal. Pero claro, el objetivo era muy ambicioso y esa racha de malos resultados hizo que perdiéramos distancia con el ascenso directo. Todos nos pusimos un poco nerviosos. No lo sé, buscar una causa del porqué de esa racha, no la he sabido encontrar. El fútbol engloba tantos factores que afectan a un equipo, que es muy difícil destacarte uno. Insisto, tener una mala racha como la que tuvimos es totalmente normal en la Segunda División. Eso sí, la exigencia en el Dépor era muy grande y no fuimos capaces, o no fueron capaces, de aguantar ese tirón. Estoy seguro de que si lo hubiéramos aguantado, hubiéramos acabado bien.
Sobre ese bajón Natxo, yo te quería preguntar dos cosas. En primer lugar, ¿Qué papel tuvo Riazor? Recordemos que el Dépor se plantaba en marzo con plenas opciones de ascenso directo y con un calendario con muchos partidos como local. ¿Hubo un exceso de presión?
Sí. Me acuerdo de aquel mes de marzo. Creo que, de cuatro partidos, teníamos tres en casa. Claro, a priori, todos hicimos cuentas y sumábamos puntos en nuestras mentes y pensábamos que de ese tramo íbamos a salir reforzados. No fue así. El fútbol es esto. Tuvimos partidos como los de Lugo o Nástic en Riazor que, en condiciones normales, hubiéramos ganado por goleada y terminamos empatando. Es normal. Hay momentos de la temporada en los que no estás tan inspirado, no eres tan eficaz, no estás fresco y cuesta un poco. De ahí, todo el mundo se puso un poco nervioso y el desenlace ya sabemos todos cuál es. Cuando aparecen los primeros pañuelos en Riazor, el primero en caer fue el entrenador, fui yo. Un tiempo después, vuelven a salir los pañuelos y es el presidente quien dimite. Todo acabó con un desenlace muy traumático.
Sobre ese bajón, te quiero preguntar por Carles Gil. El equipo acusó mucho su marcha.
Sí, nos equivocamos. Bueno, nos equivocamos viéndolo y analizándolo con el tiempo. Nosotros acordamos su salida porque esperábamos incorporar a un jugador de su perfil. Ese era Gaku Shibasaki. Sin embargo, a última hora se desmorona todo y nos quedamos sin un perfil importante y perdimos un poco de potencial. Creo que no nos benefició, pero tampoco lo veo como la causa principal de lo que nos pasó.
Sigamos hablando sobre exjugadores. Carlos Fernández y Domingos Duarte, en su primera temporada en Primera, logran clasificar al Granada para competición europea, por primera vez en su historia. Pablo Marí ficha por el Arsenal después de ganar la Copa Libertadores con el Flamengo. ¿Cómo has vivido cada una de sus proyecciones?
Desde la distancia y con cierto orgullo, después de haber sido parte un poco de su proyección. Lógicamente, como ex entrenador, satisfecho de verlos al máximo nivel. Los dos centrales (Domingos y Marí) hicieron una gran temporada, siendo sólidos y mostrando un gran nivel en el Dépor. Por eso ahora están ahí, triunfando. Sobre Carlos, a la que ha tenido una temporada regular y sin lesiones, ha demostrado lo que es. Creo que sus lesiones sí fueron una causa importante del bajón que tuvimos. Sus lesiones se sumaron a las de Edu Expósito y otros hombres importantes. Al final son ‘detallitos’ que influyeron en el rendimiento del equipo. Pero insisto, feliz de ver cómo jugadores a los que he entrenado triunfan. De eso vivimos también un poco los entrenadores.
¿Cómo has vivido todo lo que le ha pasado al Deportivo en la temporada 2019/2020?
Si hace un año me dicen que el Dépor va a estar en Segunda B, no me lo creo. Pasa igual que con el coronavirus. Si hace un año nos dicen que vendrá una pandemia que se llevará a mucha gente y que tendremos que ir con mascarilla por la calle, tampoco lo hubiésemos creído. Jamás pensé que un club con tanta grandeza, con esos medios, pudiera descender. Ahí está, esto es el fútbol. No vale con la historia, con los presupuestos, con los nombres. En el fútbol tienes que competir como el que más y trabajar. No te puedes fiar y en momentos críticos tienes que tener cierta tranquilidad. Creo que este desenlace es la consecuencia de una falta de proyecto. Desde que yo me fui hace año y medio, han pasado cuatro entrenadores más. Además, dos cambios de presidencia. En definitiva, la inestabilidad es la que ha provocado que el Dépor esté en una categoría que yo hace un año no me lo hubiera imaginado.
La presión con la que jugó tu Dépor hizo que la exigencia en Riazor fuera máxima. ¿Cómo se explica que a tu Dépor, siendo cuarto, le sacaran pañoladas y este año hemos visto al equipo colista con 33.0000 personas en Riazor sin parar de animar?
Cuando estoy yo, el Dépor es un equipo recién descendido de Primera División. Había un poso de frustración y de malestar por el descenso. Cuando llegas, sabes que a la mínima la gente te va a exigir y te va a presionar, pero es completamente normal. Es lo que tocaba. Sabíamos que Riazor era una afición mágica y que teníamos que aprender a convivir con esa presión. Luego, a nivel de club, no fuimos capaces de aguantar esa presión, y no me refiero a los profesionales que estábamos en el verde. Este año, Riazor es sabio y sabía que en esos momentos de máxima dificultad el equipo necesitaba su apoyo. La afición del Dépor sabe lo que necesita su equipo en cada momento. Así que son momentos distintos. Este año los aficionados se han dado cuenta de que tenían que estar volcados con el equipo para lograr ese objetivo de la permanencia.
Es una pregunta complicada, porque intervienen muchísimos aspectos. Te voy a pedir que valores lo que sucedió en esa última jornada y en todo lo que engloba al ‘Caso Fuenlabrada’. Algunos colegas tuyos, como José Luís Oltra o Miguel Ángel Lotina, abogaban por una Liga de 24. Otros, como Víctor Fernández, insistieron en que, si se demostraba que un equipo había incumplido el protocolo, éste debía ser descendido. Al final, el Dépor desciende a Segunda B y recurre a la justicia ordinaria. ¿Cuál es tu opinión?
No lo sé. Es muy complicado valorar la situación, y más desde la distancia. Tengo claro que se debió suspender la última jornada entera y jugarla cuando fuera posible. Eso está claro. A partir de ahí, no lo sé, no puedo entrar en este debate. No sé qué decirte. Es evidente que el Dépor está en Segunda B porque no logró los puntos necesarios. Unos pidieron una Liga de 24, otros de 26, otros que siguieran 22, el Zaragoza pidió subir directo y el Elche jugar ellos el play off. Aquí se abrió un frente y cada uno reclamaba lo suyo según sus intereses. La decisión que se tomara, iba a perjudicar a unos y a beneficiar a otros. Insisto, no puedo opinar ni mojarme. Al final, la triste realidad es que el Dépor es equipo de Segunda B.
Has hablado del descenso como una consecuencia a una falta de proyecto durante años. En diciembre entró una nueva directiva, se ha incorporado a Fran para dirigir la cantera, a Valerón para entrenar al filial, el Dépor tiene una nueva secretaría técnica, todo en busca de un proyecto estable. ¿Cómo ves al actual Dépor?
Veremos. El tiempo dirá si es un proyecto estable o se tambalea a las primeras de cambio. Creo que todos sabemos lo que Fran y Valerón significan para el Dépor. Independientemente de los nombres, que seguro que son válidos, lo importante es la confianza. Que se confíe en ellos ahora y también cuando tengan malos resultados. No sirve eso de confiar hoy, pero dentro de dos semanas, como has perdido dos partidos, no. El Dépor necesita creer en algo, ir a muerte con ello y dar estabilidad. Si es así, estoy seguro de que volveremos a ver al Dépor en Segunda División en muy poco tiempo y ojalá, también pronto, en Primera, donde el club merece estar por ciudad y por afición.
Solo ha pasado un año y medio desde que terminó tu etapa en el Deportivo. Sin embargo, solo quedan dos jugadores de esa plantilla; Bóveda y Bergantiños. Así Natxo, es muy difícil crecer.
Sí. Un descenso a Segunda B es muy traumático. Cuando desciendes de Primera a Segunda, puedes mantener muchos jugadores. Nosotros lo hicimos. Pero un descenso de Segunda a Segunda B es muy difícil, sobre todo en el aspecto económico. No puedes retener a la mayoría de jugadores por la carga económica. Tienes que hacer una plantilla completamente nueva.
¿Te ha sorprendido la extensa lista de jugadores que continuarán en el Dépor pese al descenso? Sobre todo Celso Borges, que no lo pudiste retenerlo siendo un equipo potente en Segunda y ahora ficha por el Dépor con el club en Segunda B.
Poder tener a Celso en Segunda B es un milagro, de verdad. Imagino que, por un lado, el club ha hecho un esfuerzo, pero sobre todo el jugador. El recuerdo que tiene de su estancia en A Coruña prevalece sobre el valor económico o deportivo. Es un gesto por parte de Celso muy importante y de mucho significado. Ojalá lo hubiéramos podido retener nosotros cuando estábamos. No estuvo lejos, pero no pudo ser. Me parecía un jugador por encima del nivel de Segunda, imagínatelo en Segunda B. Y sí, me sorprende la larga lista de jugadores que seguirán en el Dépor. Eso habla muy bien de ellos. Quiere decir que son felices en la ciudad y quizás tengan esa espinita clavada por el descenso.
Quería hacer una mención especial para Yago Gandoy, Valín y Juan Rodríguez. Son canteranos muy jóvenes pero que están llamados a ser clave en el nuevo proyecto. ¿Qué nos puedes contar de ellos?
Pues mira, no te puedo decir mucho. Gandoy entrenó un par de sesiones con nosotros. El año pasado jugaron algún minuto, pero poco más. Es otro aspecto importante en esta nueva etapa: la cantera. Es momento de saber aprovechar esa buena cantera que tiene el Dépor. Tanto Fran como Valerón son personas que imagino que habrán entrado para potenciar esa faceta y nutrir al primer equipo de canteranos. Imagino que serán jugadores que aportarán y sumarán. No te puedo hacer un análisis detallado porque no los conozco a la perfección.
Pese a que últimamente has entrenado en la Liga NOS y en la Liga SmartBank, en tu haber tienes una amplia trayectoria en la Segunda B. ¿Qué opinas sobre el nuevo formato de la categoría y qué nos puedes explicar sobre ésta en cuanto al juego?
Lo primero que quiero decir sobre la Segunda B es que es un lío. Entre el grupo 1, el subgrupo 1…el nuevo formato es complicado de entender. Si te digo la verdad, lo único que entiendo es que se clasifican tres de cada subgrupo y luego juegan entre ellos. En definitiva, es muy dificultosa. Descender es muy fácil y ascender es muy difícil. El mayor hándicap que tendrá el Dépor yo creo que será el saber adaptarse a los campos que visite. El equipo jugará una semana en Riazor, un estadio de Primera, y a la siguiente quizás tiene que jugar en césped artificial y en un campo de pequeñas dimensiones. Yo siempre me he quejado sobre la diferencia de dimensiones entre los campos de fútbol. Los campos de baloncesto son todos iguales. Los campos de balonmano son todos iguales. En el fútbol, no. Si te sabes adaptar a los diferentes terrenos de juego, tienes mucho ganado. Por nivel individual de la plantilla, el Dépor va a estar por encima de la mayoría. Eso sí, en muchos partidos van a tener que ponerse el mono de trabajo y sacar los resultados como sea.
Por último Natxo, te voy a pedir que dejes un mensaje a todos los deportivistas.
Primero, yo diría que es importante generar un proyecto y una estabilidad. Al final, la afición es determinante. Me imagino que habrá esa frustración y ese malestar por el descenso y por cómo ha sido. Ahora lo que necesita el club es que la gente empuje al equipo. En estos momentos complicados es cuando se demuestra quién lleva al Dépor en el corazón. Va a ser un año difícil, pero los aficionados al fútbol en general necesitamos al Dépor en el fútbol profesional. A la afición solo quiero mandarle un mensaje de ánimo y que, a pesar de la frustración, toca empujar al equipo. El fútbol español necesita que el Dépor esté arriba. Se va a sufrir, se va a sufrir, pero estoy convencido de que el Dépor volverá pronto.
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