Apoteosis final
El que apagó la televisión en el minuto 80, pensando que todo estaba perdido es que no conoce para nada el carácter de As Nosas, ejemplo dentro y fuera del campo.
Parecía que la resaca copera podía pasar factura, pero en eso los dos equipos llegaban casi en igualdad de condiciones. La retransmisión en Real Madrid Tv, aparte de su forofismo, no les venía mal conocer la posición de cada jugadora. A Nuri la pusieron de extremo (ya le gustaría, ya), a Arbelaez de lateral, a Peke la dejaron en Coruña, pero a Ainize Barea en el campo, en fin, cosas que no dejan de sorprender.
La primera parte fue un intercambio de golpes. El viento a favor para las coruñesas no afectó demasiado a su juego y las ocasiones no llegaban, sin embargo los contraataques de las madridistas sí que hacían daño, y así, comiéndonos el terreno llegó el primer gol, un auténtico golazo.
En el segundo tiempo no parecimos salir mucho mejor, estábamos espesas, cansadas, Tere muy cubierta, las bandas sin conseguir poner buenos centros. No estaba siendo un buen partido, y llegó el segundo. Justo en el córner en el que Manu había decidido mover ficha e introducir cambios. Jacobson por la banda de Nuria estaba siendo un puñal.
Quizá fue el tercero de ellos, el que situó a Maya en el campo el que cambió el partido, ya con un tres a cero en el marcador y no porque la japonesa se sacara de la manga un partidazo, pero la varita mágica, esa que tanto funciona en el fútbol, le tocó. Primero marcó un gol a trompicones y con ello hizo creer a las suyas, y luego dio una asistencia en el tercero digna del mago Valerón. Entre medias una cabalgada de Michelle Romero planchó el segundo. Empate en apenas ocho minutos.
E aquí un detalle. El saque de centro con el tres a tres, cualquier equipo del mundo se resguardaría atrás, un punto era oro perdiendo tres a cero en el minuto ochenta pero si pausáis esa imagen veréis a cinco jugadoras rodeando el círculo de medio campo y dispuestas a arrancar cómo si fuera la final de las olimpiadas en los cien metros lisos. Y así, por esa ambición llegó el gol de Kika.
Podíamos haber perdido, empatado, pero nunca jamás pierden la ambición, nunca dejan de luchar, por eso son un ejemplo. Por eso son As Nosas.
Roberto López Cagiao