Halloween, Beauvue y un gran botín
Muchas veces nos preguntamos que pasará dentro de un vestuario. Solemos hacerlo a posteriori, cuando empiezan a conocerse rencillas o situaciones extremas entre compañeros o incluso entrenadores. El fútbol moderno ha creado una especie de barrera entre los jugadores y los aficionados, una grieta que hoy día parece difícil de rellenar, hasta que aparece Claudio.
Determinados jugadores, lejos de lo que puedan dar en el campo, son indispensables para un vestuario, porque la clave de un grupo son las personas que lo cohesionan, sin ellos, esas grietas se volverían insalvables.
Ayer, ayudados por los tres puntos, las risas de Héctor y el míster transmiten lo que parece un vestuario unido. Ha de estarlo para lo que nos queda, que no será fácil.
De entrada, muchas bajas, un partido que teníamos que seguir por una plataforma de pago con una cobertura indecente en un campo artificial. Pero casi sin ser capaces de conectar con la terrible plataforma, llegó el golazo de Héctor y todo cambió. El equipo, salió como un torbellino, y no sé si el gol o el propio respeto que el Unionistas nos tenía, hizo el resto.
Una nueva lesión quiso interponerse en el idílico plan de partido, pero ahí llegó el mariscal Alex, que ejerció de líder de la zaga, junto a un buen Mujaid y unos excelentes Héctor y Valín.
El equipo casi no pasó apuros, salvo algún balón por alto o fallo individual, y el resultado no pareció peligrar en ningún momento. Incluso se debió haber sentenciado en el segundo tiempo.
Solo hay aspectos positivos en el partido de ayer tarde. La recuperación de Borges, el partidazo de los laterales, el buen desempeño de Uche, y el mando de Keko en la zona de ataque. El equipo parece amoldarse, poco a poco, y empezar a carburar. Seguramente la de ayer era una de las salidas más complicadas del calendario, no será la única.
Esperemos que esta victoria nos dé ese plus de confianza necesario a todos, afición, prensa y equipo, esto solo acaba de empezar, pero si es verdad que no hay muchas balas en la recámara.