ANÁLISIS || ¡Hasta la victoria, siempre!
Lo más difícil en el fútbol, como en la vida, es levantarse cada vez que caes. A veces, el infortunio se mezcla con otros ingredientes, lo suficiente para amargarte un inicio de temporada. Lo importante, siempre, es no bajar los brazos.
Nosotros somos los primeros que no debemos hacerlo. As Nosas, nos necesitan, esas que tantas alegrías nos dieron en el peor año de los casi ciento quince de esta institución, porque sí, mientras otros el año pasado se arrastraban por el campo, ellas honraban el escudo allá por donde iban, y solo por eso, por hacernos felices en un año tan duro, se lo merecen.
Seis derrotas seguidas, sé que suena duro, que en cualquier banquillo de primera división estaríamos planteando un cambio, pero no es el caso. Creemos en el proyecto, en Manu, en nuestras chicas, y sabemos que la primera victoria llegará.
¿Pero qué pasó ayer en Riazor? Es complicado de explicar. El Dépor salió algo atosigado, quizá pensando en no recibir el gol en los primeros minutos, como estaba sucediendo en los últimos partidos, para ello Manu también colocó a Carolina en el medio, ejerciendo de tapón, sabía del peligro de Virgy y Claudia Pina. El problema es que parar a Claudia es difícil, es una jugadora con una visión de juego espectacular, y al no tener sitio por el centro, se dedicó a mandar balones a las bandas, sobre todo a una superior físicamente Toni Payne.
Aunque lo intentaron, las sevillistas no pudieron con Sullastres, As Nosas seguían espesas, sin crear excesivo juego, hasta que Athenea entró en juego, ayudada por la fuerza de Patri en banda derecha y una peleona Helana Torres. En los últimos minutos de la primera parte se rozó el gol, hubo un penalti claro, pero no llegó el gol.
La segunda parte fue mucho más divertida, sobre todo a raíz del gol de las sevillistas. Manu sacó a Lía y Lady y el equipo cambió, Athenea seguía peleando sin descanso y poco a poco el Dépor empezó a llegar. Empatamos, pudimos ganar, pero también perder, pero no hacía falta que el destino fuese tan cruel con As Nosas.
Pero como el Ave Fénix, no queda otra que levantarse, y ellas lo harán, porque pueden, porque saben y porque lo merecen, les falta A Nosa Forza, y aunque sea desde lejos, aunque sea con palabras, nunca dejaremos de hacerlo. Como decía aquel: ¡Hasta la victoria, siempre!
