Martínez Loira pide que Lendoiro dé un paso al frente y la afición delegue sus acciones en él
A través de un comunicado, Jesús Martínez Loira ha pedido la reacción de la gente y el apoyo de los accionistas para cambiar el rumbo del club desde arriba. Loira pide al ex presidente Augusto César Lendoiro que dé un paso al frente para reconducir el barco, y que los accionistas, tanto grandes como pequeños, den su apoyo ante la única opción de salvación.
Comunicado de Jesús Martínez Loira, accionista del Real Club Deportivo:
Hago pública mi reflexión y solicitud ante una situación límite y de máxima gravedad para la normal continuidad del Deportivo:
Creo que no me equivoco si digo que ninguno de nosotros hubiésemos imaginado llegar al próximo mes de diciembre con el equipo como colista de Segunda División y por tanto con enorme riesgo de descenso a Segunda B. Pero esta no es solo una situación límite a nivel deportivo. En el plano técnico, de gobierno e institucional llevamos seis meses de decisiones malas, decisiones erradas, bandazos, sensación de inseguridad y de falta de un proyecto y sin un plan serio que nos permita tener esperanza para poder revertir la situación deportiva. La imagen del club se deteriora y no hay un líder ni una figura de referencia capaz de gestionar esta enorme crisis.
Actúo por preocupación y por responsabilidad. La sensación que vivimos la mayoría de deportivistas es de total impotencia y la pregunta que muchos nos hacemos es ¿pero de verdad nadie va a hacer nada para intentar evitarlo? ¿es que todo el mundo va a quedarse de brazos cruzados? Pues bien, la respuesta es que yo no voy a hacerlo, y mucha gente con la que he hablado en las últimas semanas tampoco se resigna. Porque el momento de hacer algo es ahora y es posible que no haya otro. Si no lo hacemos puede que nos arrepintamos toda la vida de no haber hablado y de no haberlo intentado.
En las últimas semanas he mantenido conversaciones con diferentes grupos de deportivistas y personas destacadas a nivel deportivo y social, observando la situación en la que está el Club. Como sabéis, hace seis meses me presenté a la presidencia con una idea central, que en aquel momento creía que era la mejor y la única verdaderamente buena para poder reflotar el futuro deportivo y social del Deportivo. Lo relevante no era mi persona, sino un eje fundamental: unir la etapa presidida por Augusto César Lendoiro con lo que entonces representaba el final del proyecto liderado por Tino Fernández. Para ello necesitaba el apoyo de ambos. Creía firmemente en que era posible, y me equivoqué. Pero lo intenté. Augusto apoyó el proyecto y Tino prefirió apoyar otra de las alternativas.
Hoy sigo pensando básicamente lo mismo: hasta que el club consiga cerrar la ruptura con un pasado que fue brillante y que representa a todo el deportivismo, más allá de los aciertos o errores, no seremos capaces de avanzar con realismo, ambición y sin complejos.
El anterior presidente, y con él una mayoría de accionistas, decidieron apostar por el equipo que presentó Paco Zas y él optó por dar continuidad a todo lo que había, tanto lo bueno, como aquello otro que claramente habría que haber corregido. En estos meses la situación deportiva se ha vuelto mucho peor y en el plano social la fractura sigue creciendo.
No debemos permitir que Riazor siga vaciándose semana a semana, partido a partido. No podemos permitir una desafección de las nuevas generaciones respecto al Deportivo. Y no me conformo viendo a una parte de nuestra afición bajando los brazos por resignación.
En este momento el problema fundamental no es el económico, como sí lo fue en otros momentos. Tenemos nuestra deuda reestructurada y ordenada y ello, ya lo dije también alto y claro en su momento, es el principal éxito del anterior consejo de administración. Nuestro problema actual es sobre todo deportivo y social. La deuda del Deportivo es actualmente como la hipoteca de muchas familias: una deuda ordenada a medio y largo plazo, que no debería tener problema alguno si se generan cada año los ingresos ordinarios del fútbol profesional, al igual que la hipoteca familiar no representa un problema mientras entre en casa todos los meses la nómina fruto del trabajo.
Pero aquí no llega con criticar ni lamentarse. Para curar o cambiar las cosas hay que diagnosticar bien, actuar con criterio y acertar con las medicinas. Dentro de tres semanas hay una Junta General de Accionistas y ese es el escenario que permite a los accionistas tomar decisiones dentro de la legalidad y normativa del club.
El deportivismo necesita un revulsivo que le devuelva la ilusión y la esperanza. Tras darle muchas vueltas, creo que la única persona capacitada a día de hoy para hacerlo es Augusto César Lendoiro. Creo que no hay opción mejor, ni con credibilidad deportiva, ni con más capacidad para movilizar al deportivismo y generar un sentimiento renovado en un tiempo récord. Por eso anuncio que delegaré mis acciones en él para la Junta de Accionistas. Le pido a Augusto que actúe con generosidad y que lidere al deportivismo, dando un paso muy complicado para él pero que puede ser vital para el Deportivo.
Puede que esta sea una solución transitoria o de emergencia, o puede que el resultado no acabe en victoria, pero como deportivistas lo que no podemos permitirnos es no hacer nada o no haberlo intentado sabiendo que sí hay una buena alternativa. Y también estoy convencido de que el propio Augusto dentro de unos meses no se perdonaría ver al Dépor al borde de la desaparición sin haberse puesto a disposición cuando aún existía alguna posibilidad de evitarlo, pues conozco bien su carácter y su no resignación.
Lógicamente mi propuesta no gustará a todo el mundo. Si alguien tiene una propuesta mejor, que por favor la ponga sobre la mesa y valorémosla, sin personalismos, sin complejos, buscando urgentemente única y exclusivamente lo mejor para el Deportivo.
Le pido también responsabilidad y valentía a los accionistas mayoritarios, a los 40 más significativos, pero en especial a los 10 primeros. Y lo mismo a los 2 principales sponsors. Y obviamente al principal acreedor del Deportivo. Ellos representan la esperanza de miles de deportivistas, muchos de ellos sin voto, y creo que deben estar a la altura en un momento realmente vital para el club.
Abstenerse al borde del precipicio no es ya una opción, porque puede que no haya más oportunidades. Es urgente situar al frente del Deportivo a una persona reconocida, experimentada, con capacidad de gestión deportiva y un profundo conocimiento de fútbol y credibilidad deportiva, que nos devuelva la ilusión y nos de confianza en un momento crítico. Y no veo opción mejor que el citado expresidente. Por eso pido a todos los que compartan mi opinión que deleguen sus acciones en Augusto César Lendoiro porque, como decía el Santo en aquellos años gloriosos, aquí “los milagros hay que hacerlos entre todos” y en este momento necesitamos un milagro para salvarnos.
Seamos todos realistas, actuemos antes de que sea demasiado tarde, por la Institución, por la Ciudad, por miles de deportivistas de Galicia, de España y repartidos por el mundo.
Movámonos, tracemos ya una hoja de ruta para intentar no descender a Segunda División B y, desde ahora y en la siguiente temporada, pongamos los cimientos deportivos y sociales para intentar volver lo antes posible a la 1ª categoría.
Hay que decirlo alto y claro, en la Segunda División B el Deportivo actual no es viable. Reflexionemos sobre esta alternativa. Que cada deportivista actúe como considere más oportuno y los accionistas que compartan esta visión, delegando en Augusto César Lendoiro.
Firmado: Jesús Martínez Loira